Y ahora nos piden que les ayudemos y que consumamos... ¡Serán cabrones! Acordaos de cuando no necesitábamos móviles para quedar, de cuando podíamos sobrevivir sin internet, de cuando tomar el vermú con los colegas era un placer y no una ruina económica... Os recuerdo la filosofía del trueque, de las tiendas de ropa de segunda mano, de la compra de hortalizas y frutas directamente al agricultor, del placer de tocar el timbre para quedar, de dar un paseo en lugar de tirar de coche todo el día, de echar un trago de agua de las fuentes públicas, de ver a los txikis correr por la calle en lugar de tenerlos esclavos de las videoconsolas...
Veo pancartas por toda Euskal Herria: "Que la krisis la paguen ellos". Bancos, operadores de telefonía, petroleras... No hay que dejarse, joder, que no hay que dejarse. Banqueros estafadores, que juegan a vivir de ti... Vaya peña...