Si Hessel con su Indignaos es capaz de conseguir que digas "-Ostia, habrá que hacer algo...", ten cuidado cuando leas el Manifiesto de Economistas Aterrados que publican cuatro prestigiosos economistas. La idea que mueve a Phipippe Askenazy, Thomas Coutrot, André Orléan y Henri Sterdyniak es que vamos apañados si dejamos a los mercados financieros que nos saquen de la crisis económica en la que estamos inmersos porque sus medidas sólo van a generar más inestabilidad económica y una mayor desigualdad social. ¡Socorro!
Askenazy, Coutrot y compañía gritan a quien les quiera escuchar que hay otras opciones además de la que proponen el FMI, las corporaciones multinacionales y su puta madre. En el libreto, muy fácil y rápido de leer, denuncian diez "falsas evidencias" que llaman ellos sin fundamento científico alguno que sirven para justificar las políticas neoliberales que están en el origen de la crisis económicas, y proponen veintidós medidas para hacerles frente.
No me voy a enredar en que si los gastos paquí, que si el modelo social pallá, no. La explicación de qué es lo que pasa es más sencilla, y la exponen tipo manual para que los que no tenemos ni puñetera idea lo entendamos:
1. Reducen los impuestos a las rentas más altas (más conocidas por todos como la pasta de los ricos, los mercados financieros) y el Estado recauda menos.
2. Al recaudar menos, el Estado, saca a subasta deuda pública que acaban comprando los más ricos con lo que se han ahorrado en impuestos.
3. El resultado: los ricos se hacen más ricos a costa del dinero de los más modestos, que somos quienes tenemos que abonar los intereses de la deuda que han comprado los ricos.
En mi tierra, entre mi gente, a eso se le llama robar.
Sigues leyendo y la ira te acaba subiendo como la espuma: el aumento de la deuda pública no es una consecuencia del aumento de los gastos como nos quieren hacer ver, ¡no!, sino del descenso de los ingresos públicos. Y ásí más, y más... Me estoy poniendo de una mala ostia...
La conclusión: el mantenimiento de esta situación, la sumision al poder de los mercados financieros, nos llevará a la ruina en todos los sentidos. La doctrina neoliberal que lleva tres décadas modelando Europa a su antojo tiene que ser abandonada. El capital o nuestra vida, ése y no otro es el dilema, y yo elijo abolir la esclavitud financiera de su majestad el Capital y seguir viviendo. ¿Y tú?